
El Mandarin Oriental Ritz, Madrid abre las reservas para su apertura en 2021
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(Fuente Tripcare)
A fecha 1 de septiembre, la agencia especializada en turismo de las Naciones Unidas, realizó una investigación y encontró que un total de 115 destinos (53% de todos los destinos en todo el mundo) han aliviado las restricciones de viaje, un aumento de 28 desde el 19 de julio. De estos, dos han levantado todas las restricciones, mientras que los 113 restantes siguen aplicando ciertas medidas restrictivas.
Significa que el turismo se está reiniciando lenta pero constantemente en muchas partes del mundo. Comenzar a aliviar las restricciones a los viajes también abre las puertas para que regresen los beneficios sociales y económicos del turismo.
Por primera vez, el informe de restricciones de viaje relacionadas con COVID-19 incluye datos clave sobre la infraestructura de salud e higiene en los destinos, al tiempo que analiza la tasa de notificaciones de nuevos casos de COVID-19. Esto permite a la OMT determinar los factores que influyen en las decisiones de los destinos para aliviar las restricciones. En particular, el informe muestra:
La OMT continúa supervisando el impacto de COVID-19 en el turismo. Desde el principio, este organismo ha confirmado que la situación es fluida y que, incluso cuando el turismo se reinicia en algunas regiones, en otras, las restricciones pueden endurecerse y las fronteras pueden volver a cerrarse. De manera similar, la OMT ha observado un aumento en las advertencias de viaje emitidas por los gobiernos para sus propios ciudadanos, junto con más y variadas restricciones y otras medidas dirigidas a los pasajeros que llegan de países o regiones específicos.
(Fuente Tripcare)
Recordamos que no está permitido viajar salvo por razones inaplazables y se recomienda que consulte con la compañía aérea antes de volar. No debe acudir al aeropuerto con más de 90 minutos de antelación y deberá mantener la distancia de seguridad con cualquier persona.
Volveremos a volar, pero debe ser de forma segura.
Debido al estado de alarma, además de la documentación habitual para viajar, deberemos incluir la documentación necesaria que certifique que el viajero puede viajar, tanto en origen como en destino.
Posiblemente se restrinja el equipaje en cabina y sólo estarán permitidos en la cabina: ordenadores, bolsos, maletines o artículos para bebés. Entre el equipaje de mano, debe contar con una mascarilla y es recomendable tener otra de repuesto.
Actualmente existen aeropuertos y aerolíneas que están efectuando este tipo de controles sanitarios.
Lavarse las manos con agua y jabón a menudo durante al menos 20 segundos.
En algunos aeropuertos, debido al descenso de actividad, volveremos a escuchar los anuncios de embarque por megafonía.
Se encontrarán letreros, instrucciones, nuevas señales y barreras para controlar el distanciamiento entre los viajeros.
La práctica totalidad de Salas VIP ya se encuentran cerradas.
Con el objetivo de mantener el distanciamiento entre los viajeros, el embarque se efectuará por grupos de viajeros, con la intención de ser ágil en el proceso de embarque para minimizar el tiempo de espera.
Deberemos tener preparada la tarjeta de embarque para presentarla en las máquinas de lectura, intentando no tener contacto físico alguno con el personal de embarque. Recomendamos emitir la tarjeta de embarque antes de llegar al aeropuerto y, siempre que sea posible, descargarla en el móvil para evitar contactos.
Se evitarán en lo posible los traslados en autobús al avión desde la terminal. En caso que no sea posible, se utilizará el doble de autobuses para conseguir el distanciamiento de viajeros.
En un primer momento se consideró dejar asientos vacíos entre pasajeros, pero la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), que engloba a las principales aerolíneas del mundo, ha indicado que es partidaria del uso de mascarillas durante todo el vuelo, pero rechaza dejar asientos libres entre pasajeros para evitar que los precios se disparen.
Las clases Business y Premium, aunque cuentan con más espacio o con compartimentos privados, tampoco estarán eximidas del uso de mascarilla.
Los aviones dispondrán de equipos necesarios para atender a pasajeros que puedan tener síntomas de la enfermedad; además la tripulación conocerá los protocolos de actuación ante posibles casos a bordo.
Se adaptarán las medidas de limpieza a esta nueva realidad, reforzando la limpieza de las superficies con productos con espectro viricida, fungicida, bactericida y micro bactericida. Estos productos se usarán en todas las superficies. El servicio de tripulación ofrecerá siempre toallitas desinfectantes a bordo.
Entre el equipaje de mano, debe contar con una mascarilla y es recomendable tener otra de repuesto.
Se retirarán las compras a bordo, no se proveerán almohadas, mantas ni servilletas enrolladas húmedas. Así mismo se elimina el servicio de bebidas. En caso que la tripulación reparta auriculares desechables, estos ya no se recogerán. Se ha suprimido la venta a bordo, revistas y catálogos.
En los servicios intercontinentales, se elimina el servicio a la carta en clase ejecutiva, por un servicio en bandeja.
El desembarque en determinados aeropuertos, se realizará por grupos de viajeros, con el objeto de distanciar a los pasajeros en los puntos de inmigración y recogida de equipaje.
Estos controles pueden llegar a ser exhaustivos como por ejemplo: test de temperatura, cuarentena obligatoria y otros controles sanitarios. Se realizará a todas las personas con independencia de su edad y condición física; se realizará con el máximo respeto a la persona, evitando cualquier contacto físico con la misma; se realizará con termómetros sin contacto corporal, debidamente homologados; se realizará con la máxima agilidad en la terminal de llegada, antes del acceso a la recogida de equipajes; se habilitará un espacio adecuado, en lugar techado, aislado de las restantes zonas del aeropuerto y suficientemente amplio para evitar aglomeraciones en la espera, de forma que se pueda guardar la distancia de seguridad entre las personas recomendada por las autoridades sanitarias.
(Fuente Tripcare)
El aire del interior de los aviones se renueva constantemente y a través de los filtros se impide la propagación de virus y bacterias. El aire que se respira en un avión es equivalente al de un quirófano. Así se desprende de un estudio del fabricante Airbus, que muestra cómo los filtros HEPA-High Efficiency Particulate Arrestors instalados en sus aviones de la familia del A-320 atrapan partículas del tamaño de una bacteria o un virus con una eficacia del 99,99 %.
Modo de funcionamiento.
Cada 2 o 3 minutos, el aire del exterior se mezcla con el aire del interior, ya filtrado. El aire mezclado sale por los conductos situados en el nivel superior e inferior de los compartimentos de equipaje de cabina, garantizando la ventilación de las personas que se mueven a lo largo del pasillo del avión y de los que están sentados.
Foto Esquema de la re circulación en la cabina de pasaje
Por la forma en que se desplaza el aire, no es posible que se propague el virus. El aire es impulsado desde la parte superior del avión hacia el suelo, para ser recogido y pasado una vez más por los filtros, antes de volver a mezclarse o ser eliminado. Este circuito queda en una zona inferior, aislada del resto de asientos y del pasillo, ni hacia adelante y hacia atrás, por lo que no es posible la propagación del virus. Gracias a estos filtros, los virus, gérmenes y demás partículas que se puedan encontrar en el aire son extraídos de la cabina de pasajeros.
También es importante añadir que el aire fresco del exterior, proviene del aire de los motores que ha sido esterilizado al pasar por las altas temperaturas de los compresores, con lo que el virus sería eliminado.